Para una buena lactancia materna debes tener muy buena preparación, físicamente debes tener tus senos fuertes, sanos  e hidratados para evitar que se te agrieten. 

Masajea tus senos 1 o 2 veces por día de la siguiente manera: sostén uno de los senos con ambas manos una a cada  lado, haz presión hasta el pezón, hazlo alrededor de 5 veces, y luego repite, pero ahora con una mano arriba y otra abajo. 

También puede masajear los pezones todos los días después del baño con una espuma suave haciendo movimientos  circulares alrededor de ellos y para finalizar aplica un poco de aceite de almendra o manteca de karité, esto fortalecerá la  piel para evitar las grietas en esta zona.  

Si tienes los pezones planos o invertidos para facilitar una buena lactancia materna puedes masajearlos tomando el pezón  y rotándolo o utiliza una copa especial que se usa para este fin.  

El momento de verdad ha llegado y estamos a punto de amamantar por primera vez, para una linda experiencia y una  buena lactancia materna debes tener en cuenta que ahora son dos y están aprendiendo, intenta mantenerte tranquila y  deja que el amor infinito actúe y veras que todo va a fluir muy bien, pon especial atención a la postura de los dos, para  esta actividad es muy importante que ambos estén cómodos desde el principio hasta el final, ten en cuenta que estamos  hablando de tiempos entre 30 y 45 minutos cada 2 horas día y noche, no quieres estar agotada después de la segunda  comida.  

El ideal es que justo después del parto acerques a tu bebé a tus senos, esto no es buscando que se alimente es más bien  para crear conexión y vínculo, para darle la bienvenida, aprovecha y háblale, acarícialo, permite que sienta tu calor, tu  olor, tu energía y si vez que quiere mamar permíteselo pero ayúdalo.

Revisa que la cabeza y el cuerpo de tu bebé estén  alineados, la nariz debe estar frente al pezón y el mentón apoyado sobre la mama, debe haber contacto entre el cuerpo  del bebe y el tuyo, agarra tu seno con la mano de tal forma que el dedo pulgar quede en la parte superior por encima de  la aureola y los demás dedos por debajo de ella dando soporte y con un suave movimiento hacia el pezón extrae un poco  de calostro para ayudar al bebé en la prendida.

Acércale el pezón al labio inferior para estimularlo a que abra la boca y  cuando tenga bien abierta y cuando la tenga bien abierta introduce el pezón y casi la totalidad de la aureola, el movimiento  de succión es un reflejo y debe comenzar a hacerlo por instinto.

Lo más importante de todo esto es que te mantengas  relajada, cero ansiosa y que tengas paciencia, no es una labor fácil, pero es maravilloso ver cómo funciona el milagro de  la vida. Si el bebé no está bien agarrado sepáralo y vuelve a intentarlo, recuerda introducir tu dedo para separar la boquita  de tu bebe del pezón, nunca lo retires halando pues la experiencia va a ser dolorosa y le puede generar estrés a ambos. 

Para las próximas puestas debes tener en cuenta que para una buena lactancia además de lo explicado anteriormente la  higiene juega un papel bien importante, lava bien tus manos con agua y jabón, mantén la zona de tus senos seca y fresca, límpialos con agua o suero fisiológico antes y después de cada amamantada, evita utilizar jabón en esta zona, recuerda  que debemos tenerla hidratada de forma natural y sana. 

Recuerda que la lactancia materna es un momento de profundo vínculo por esta razón busca que sea un momento  tranquilo, se trata de toda una experiencia, ojalá con música relajante y luz suave, que la temperatura esté entre los 22°  y 24°.

Si estas sentada busca que tu espalda y tu brazo estén bien apoyados, puedes valerte de cojines o almohadas para  ello, si estas acostada hazlo de medio lado con tu cabeza apoyada confortablemente y recuerda siempre la  recomendaciones de posición del bebé que te dimos arriba, concéntrate en este momento, apaga el t.v., aleja los  dispositivos móviles, regálate y regálale esos momento, será tan hermoso y maravilloso como tú lo permitas.

15 marzo 2023 — Karin Jimenez